De una comparación sobre los datos de cantidad de población por departamento en base a los últimos tres censos surgen números interesantes. La provincia de Entre Ríos creció demográficamente en los últimos años, pero lo hizo apoyada en la costa del Uruguay. Los departamentos de la costa del Paraná se ubicaron apenas por debajo del promedio y, los del centro, mostraron que crecen por debajo de la media.
Por Sebastián Martínez
Los censos poblacionales son una gran herramienta para conocer la composición social de distintas regiones. La Argentina tiene una extensa tradición a partir del primer censo nacional en 1869 durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento. Desde aquel lejano día de septiembre de 1869 a hoy, se ha realizado en once oportunidades. De manera aleatoria al principio y desde 1960 a la fecha, de forma regular cada diez años.
¿Qué nos dice la evolución de la población de Entre Ríos? A partir de los datos estudiados, si observamos la línea histórica, nuestra provincia pasó de ser el 7,2% en los dos primeros censos del siglo XIX, al 3.1% en los dos últimos del siglo XXI, con períodos de crecimientos y estancamientos que se acercan y se alejan de lo sucedido a nivel nacional.
En relación al desempeño histórico de la demografía entrerriana, se puede leer el muy buen trabajo de investigación titulado Poblamiento, despoblamiento y repoblamiento de la provincia de Entre Ríos. Un ensayo de demografía histórica (1869-2010), de los autores José Mateo, Maximiliano Camarda y Leandro Rodríguez. En este artículo de la revista xmás nos centramos en lo que sucedió en los últimos 20 años, a partir de los primeros datos brindados por el censo realizado el año pasado.
En toda la Argentina se realizó el Censo 2022. De ese gran operativo logístico, que por primera vez permitió una carga virtual de los datos por parte de los propios ciudadanos, recién podemos conocer hoy los datos preliminares. Para Rosario Burgos, directora general de la Dirección de Estadísticas y Censos de Entre Ríos, “el operativo del Censo fue exitoso, porque logramos coordinar distintos organismos como ENERSA, Vialidad, el CGE y Gendarmería para barrer todo el territorio. En esta oportunidad, en la parte rural e islas pudimos trabajar durante nueve días, lo que posibilitó un mejor resultado. El primer dato que se ve, es que Entre Ríos creció más en los últimos 10 años que en el período anterior”.
Hay que marcar una diferencia entre censo de hecho y de derecho. En esta oportunidad se le pidió a la persona que manifieste como localidad el lugar donde pernoctaba más noches a la semana. “En el Censo 2010, se censaba a la persona en el lugar donde había dormido la noche anterior. Cuando estén publicadas el resto de las variables, los datos van a tener una gran riqueza”, agrega Burgos. Quizás este cambio pueda explicar algunas variaciones.
¿Qué nos muestran los datos parciales? Por el momento, podemos concluir que los departamentos de la costa del Uruguay (Federación, Concordia, San Salvador, Colón, Uruguay y Gualeguaychú) crecieron un 22% en los últimos 20 años. Los de la costa del Paraná (La Paz, Paraná, Diamante, Victoria, Gualeguay e Islas), un 17,4% y los del corredor centro de la provincia (Federal, Feliciano, Villaguay, Tala y Nogoyá) sólo un 12,5%. Si simplificamos el análisis, los primeros lo hicieron por encima de la media provincial (18,8%), los segundos en un nivel apenas inferior y los últimos, por debajo de este índice.
Si tomamos el período más reciente la lógica se repite, aunque los porcentajes cambian. La costa del Uruguay creció en población un 17%, la del Paraná un 15% y los departamentos del centro un 13%. La dinámica demográfica se relaciona con el mayor nivel de actividad económica y productiva de ambas costas, que se ubica muy por encima de la zona central de la provincia. Esto lo veremos luego reflejado en otros datos.
En un análisis más detallado, vemos que en las últimas dos décadas los departamentos de Colón (29,8%), Federación (24,2%), San Salvador (22,6%) y Concordia (21,1%) son los que más crecieron. En el vértice opuesto, Nogoyá (8,3%), La Paz (11,6%), Feliciano (12,1%) y Villaguay (12,3%) son los que menos lo hicieron.
El trabajo mueve a las personas
A partir de estos datos, podemos observar que el mayor dinamismo económico de la costa del Uruguay impacta en el arraigo en esos pueblos o ciudades. Si bien hay múltiples variables sociales en juego (accesibilidad, salud, educación) que pueden llevar a una persona a elegir determinado sitio para vivir, uno de los mayores condicionantes es la posibilidad de trabajar o de conseguir los medios para suplir una necesidad básica: la alimentación.
Si bien es complejo inferir conclusiones terminantes sobre la economía entrerriana de los últimos años, hay aspectos interesantes a tener en cuenta. La agricultura y la ganadería son las principales actividades económicas, pero se extienden a lo largo y lo ancho de la provincia. Sí podemos marcar que la Costa del Uruguay y también el departamento Paraná tienen polos industriales fuertes. La avicultura quizás pueda explicar parte de este fenómeno: con un crecimiento muy notorio en los últimos años, es una actividad con gran desarrollo en la costa del Uruguay.
También podemos pensar en qué perfil económico productivo tienen los departamentos o las regiones que más crecieron. Colón y Federación también experimentaron un fenómeno particular con el crecimiento exponencial del sector turístico en esas ciudades en particular y en todo el corredor de la Ruta Nacional 14 en general. Más aun teniendo en cuenta que los servicios turísticos y gastronómicos requieren de gran cantidad de mano de obra.
“Todos los análisis son válidos, pero creo que es muy pronto para concluir sobre datos provisorios. Recién están disponibles las cifras por departamento, que es un agregado muy grande, y además están sujetas a futuros ajustes. Cuando tengamos todas las variables completas, sí se podrá analizar más en profundidad. Además, se debe considerar que el dato censal refleja la condición en la que vive la población en cuanto a hogares o viviendas, no busca datos sobre escenarios económicos más completos”, aclara la economista María José Haberkorn, directora de Estadística de la DEC.
Para el ingeniero Daniel Welschen, ex secretario de Producción de la provincia y uno de los que más conoce sobre sistemas productivos locales y regionales, se pueden establecer algunas relaciones entre la realidad económica y el arraigo. “Yo miraría primero a la ganadería como sistema productivo. Los departamentos del centro norte de la provincia, a los que sumaría La Paz, tienen una ganadería extensiva, muy poco tecnificada y con una cultura productiva de otras épocas. Con una muy baja eficiencia, a veces el plan es solo largar la vaca a campo abierto para que pastee. Este sistema, que desconoce los avances tecnológicos en producción, requiere escasa infraestructura y muy poca mano de obra. Este es un factor que claramente debemos tener en cuenta a la hora de ponderar lo que sucede en esa zona”, asegura.
Además, el ex secretario de la producción de Entre Ríos agrega datos de los departamentos donde se ve un desarrollo más marcado: “La avicultura, de gran desarrollo en los últimos años, tiene un alto impacto en lugares como Colón y Uruguay. Otro tema a considerar es el impacto de la Autovía Ruta 14 y el boom del turismo termal en todo ese corredor. Esto generó que, a pocas horas de Buenos Aires, haya un servicio turístico que funciona durante todo el año. Esto genera desarrollo y más arraigo en la región”, finaliza Welschen.
Como vemos, hay variables que pueden relacionarse con los datos que se observan. En otro nivel de análisis, podemos destacar que el sector privado de la economía es el gran motor en los departamentos de la costa del Uruguay, ya que no cuentan con una ciudad con un perfil administrativo como Paraná. También debemos ponderar que más allá de encontrar sectores de la economía que han crecido en el período que abordamos, las cuestiones de infraestructuras viales, eléctricas, gasíferas, de obras hidráulicas y de conectividad, también juegan un rol central.
Para el investigador e historiador Maximiliano Camarda, quien ha estudiado la evolución demográfica entrerriana en los siglos XIX y XX, “los movimientos de población son multicausales, pero lo productivo y las infraestructuras son elementos determinantes que deben considerarse. El arraigo en Entre Ríos siempre fue problemático: en el siglo XX fue una provincia expulsora por el mayor desarrollo industrial en las vecinas Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. En ese fuerte proceso de industrialización, Entre Ríos aportó solo mano de obra”.
Otro aspecto que el historiador rescata es que la ganadería extensiva es un factor clave en los departamentos del centro-norte entrerriano. “Si hacemos un repaso histórico de los discursos de los gobernadores de la provincia, desde Héctor Maya en 1946, luego Raúl Uranga, el desarrollista de facto Ricardo Favre y hasta el radical Sergio Montiel han planteado ese tipo de producción extensiva y poco tecnificada como un problema a resolver. Se ve que existieron resistencias que impidieron un cambio cultural y productivo”, asegura Camarda.
El motor turístico
En este sentido, podemos ver lo que sucedió en el ámbito laboral. Si observamos el cuadro sobre el trabajo registrado en la provincia, vemos que un crecimiento del 71% en los 20 años, pero empujado por lo que sucedió luego de la recuperación económica de la crisis del 2001. Si analizamos los últimos 12 años, el empleo registrado sólo creció un 12,5%, con un crecimiento demográfico del 15,4% en ese mismo lapso. O sea, la población creció más que el trabajo formal, que en nuestro país representa sólo un 60% del universo laboral.
Esos mismos datos confirman que hay sectores que crecieron muy por encima de la media: hotelería -gastronomía, educación e industria. Aquí podemos encontrar otra coincidencia con los datos censales: los departamentos que más crecieron son los más turísticos de la provincia. Por otro lado, si bien la educación se extiende a lo largo y a lo ancho del territorio, los servicios más diversificados se ven en grandes ciudades y ninguna de ellas se ubica en el corredor del centro provincial. Por último, lo mismo sucede con la industria manufacturera: si bien hay establecimientos en Villaguay, Gualeguay o Nogoyá, los grandes polos industriales están en la costa del Uruguay y en Paraná y sus alrededores. Estos tres aspectos marcan que el análisis de ciertos sectores de la economía reafirma la foto que nos muestra el censo.
Otro dato que puede complementar este análisis es lo tributado en concepto de Ingresos Brutos en cada departamento. Este impuesto muestra el movimiento económico de cada uno. Si bien, son datos obtenidos para este informe sólo de los últimos 5 años, podemos observar que los departamentos que más crecieron en población, como Colón y Federación, mejoraron su porcentaje sobre el total recaudado. Si analizamos este dato por zona, también vemos que los departamentos del centro de la provincia, aquellos que crecen muy por debajo de la media, también van perdiendo posiciones en cuanto a nivel de actividad económica que refleja este dato: pasaron de ser el 6,03% en 2018 al 5,89% en 2022.
Toda esta serie de datos, reforzados por las miradas de algunos especialistas, muestran realidades bien distintas en nuestra provincia. Se ven tendencias de lo que puede pasar a futuro, más si se considera el continuo crecimiento de las poblaciones urbanas por sobre las rurales.
La foto muestra ganadores y perdedores, con nuevos equilibrios en la balanza poblacional. Cuanto se puede hacer desde las políticas públicas para cambiar o mejorar estas realidades departamentales es algo que está por verse. La principal función de un censo es detectar fenómenos sociales, para revertir escenarios no deseados. Ojalá así sea.