El torneo quedó en pausa. Entre la selección, los reclamos cruzados y las internas, la Liga vive una semana intensa.
Cuando parecía que la polémica con el fallo del Tribunal había dejado todo en su lugar, la sexta fecha trajo un nuevo episodio que se robó toda la atención: lo sucedido en la cancha de Martín Fierro.
A los 92 minutos, un tiro de esquina para el local terminó en gol y en empate agónico. Pero la duda era: ¿entró o no? Sin tecnología para aclararlo, el problema se desbordó cuando la discusión pasó a otro nivel. El árbitro convalidó el gol y, poco después, la tensión se disparó. Jugadores y cuerpo técnico visitante fueron directos al juez de línea, y el panorama terminó con agresiones. El descontrol fue tal que, aunque todavía no se sabe bien qué pasará, es probable que se aplique el artículo 16 del reglamento, que prevé multas de hasta 300.000 pesos por agredir a un árbitro. Todo depende de la denuncia y las pruebas policiales. La pelota sigue rodando fuera de la cancha.
Paralelamente, y tal como se había consensuado tras la clasificación de la selección departamental en Nogoyá, se decidió suspender la séptima fecha para darle prioridad a la preparación del equipo local. Pero la Liga de Colón, terminó suspendiendo el partido que iba a jugarse el 14 de mayo. Esto no cayó nada bien y desató el malestar en el fútbol tálense.
El martes se propuso que se revierta la suspensión y que el torneo se juegue este domingo. Todo esto sin tener claro el calendario de las semifinales de la Copa Desafío. Finalmente, el miércoles se confirmó: el partido de ida se jugará el 21 de mayo a las 21:00 en Mansilla, con la vuelta probable para el 24 de mayo en Colón.
La suspensión, aunque causó revuelo, terminó siendo razonable: había un acuerdo previo con el cuerpo técnico del seleccionado, un aval unánime del Consejo de la Liga y, encima, la mayoría de los clubes respaldaron la decisión.
Y mientras todo pasa (dijera J.H. Grondona), las filtraciones y los rumores son el pan de cada día, en algunos casos están dirigidos a conseguir algún rédito jugando su propio partido. En momentos como estos, la tranquilidad y la responsabilidad resultan claves.
